¿Cómo es la contaminación en el mundo?
Hoy en día, la civilización parece vivir de una forma más concienciada con lo que a las medidas de protección del medio ambiente respecta, pero aún siguen habiendo países que no están todo lo concienciados que cabría esperar. Este es el caso, especialmente, de los países que se encuentran en vía de desarrollo, más concretamente, los del continente asiático, y es que, según datos de Greenpeace, 18 de las 20 ciudades más sufridas por la contaminación son ciudades asiáticas y pertenecientes a países en vía de desarrollo: China, India y Bangladesh.
El país con mayor índice de contaminación en 2018
Este triste ranking es encabezado por este país asiático en el que, según datos de World Air Quality 2018, la media de partículas contaminantes es de 97,1%.
Esto es un dato que no nos debería de sorprender para nada, sobretodo teniendo en cuenta que Bangladesh es un país que ha aumentado de una forma vertiginosa el número de industrias en los últimos años, hasta el punto de que el agua del país se ha vuelto totalmente insalubre debido a que se encuentra contaminada con arsénico, el cual es un elemento que, ingerido por las personas, puede resultar cancerígeno, además de infertilidad, problemas en la piel o incluso dañar el ADN.
Arabia Saudí es otro país que tiene un preocupante índice de contaminación como resultado de su principal fuente de ingresos: la explotación petrolera. Este es el motivo que le hace colocarse en la segunda posición de los países más afectados por la contaminación.
El petróleo genera emisiones extremadamente tóxicas y perjudiciales para la salud, afectando a demás de a las ciudades, a los cultivos, a los abastecimientos de agua potable y al mar y, como ya sabemos, estos tres son esenciales para la alimentación de cualquier persona, por lo que supone un grave problema para la salud.
El tercero de la lista, es otro gran asiático: la India. El vecino del cabeza de lista, como no podía ser de otra manera ya que poca diferencia hay en la atmósfera que comparten.
En la India, además del repentino aumento en la actividad industrial, como país en vía de desarrollo, se le suma el mal uso que hacen de los fertilizantes en sus cultivos y la enorme cantidad de vehículos que circulan por las calles de este país que, incluso, hacen colocar a la India como el tercer país mundial en lo que a número de vehículos en circulación respecta.
Todo esto conforma un caldo de cultivo idóneo para el desarrollo de enfermedades respiratorias, entre otras, que elevan en gran medida la tasa de mortalidad del país.
De esto, solo cabe esperar que de una vez por todas se establezcan medidas dirigidas a la reducción de emisiones de partículas contaminantes a la atmósfera y el vertido de elementos contaminantes al ciclo del agua, puesto que esto es un problema que va más allá del malestar en el país: es un problema que nos repercute a todos en menor o mayor medida.